Páginas

Te conocí un día de enero,  con la luna en mi nariz y como vi que eras sincero, en tus ojos me perdí.
¡Que torpe distracción y que dulce sensación!
Y ahora que andamos por el mundo, ya te encontré varios rasguños que te hicieron por ahí. Pero mi loco amor es tu mejor doctor.
Voy a curarte el alma en duelo, voy a dejarte como nuevo y todo va a pasar. Pronto verás el sol brillar.
-tú más que nadie merecer ser feliz-
Ya vas a ver como van sanando poco a poco tus heridas, ya vas a ver como va la misma vida a decantar la sal que sobra del mar.
Y aunque hayas sido un extranjero hasta en tu propio país,
Si yo te digo ¿cómo dices tú? Tú aún dices ¿que decís?
Y lloras de emoción oyendo un bandoneón y aunque parezcas despistado con ese caminar pausado conozco la razón que hace doler tu corazón.